martes, 26 de mayo de 2009

¿Cambio de política?

Ya sin nada en juego y a falta de una jornada para que finalice el campeonato, el pensamiento de la mayoría de los malaguistas está en la futura planificación del equipo para la próxima campaña. Es evidente que se continuará con la política establecida desde que llegó Fernando Sanz a la presidencia del club: extrema limitación en los gastos a la hora de realizar incorporaciones, siendo la mayoría a coste cero, con la excepción del brasileño Weligton, que en su primer año arribó en calidad de cedido con una opción de compra efectuada el verano pasado dado su excelente rendimiento; e imposición de un tope salarial máximo. Estas directrices implantadas han dado sus frutos y a la vista están los resultados, consiguiendo sanear un club endeudado hasta el cuello, además de cosechar un ascenso en el pasado curso y a un paso de obtener la mayor puntuación y mejor posición en una temporada bajo la actual denominación en la presente campaña, batiendo el registro obtenido por el plantel dirigido por Joaquín Peiró hace ocho años.

El malaguismo vive uno de sus mejores momentos pero el aficionado no parece conformarse con lo logrado durante este curso. La ambición es máxima, y más si nos atenemos a las opciones intactas que ha mantenido el Málaga por alcanzar un puesto europeo hasta la anterior jornada, disipadas al empatar ante el Betis. Seguramente, por más de una cabeza rondará la idea de cambiar esa política y realizar una inversión acorde con la situación económica actual para confeccionar la plantilla y optar a cotas mayores, pero esta nueva filosofía no aseguraría el éxito. Cómo podemos comprobar en nuestra liga, equipos como Getafe y Betis, que compusieron sus plantillas con grandes adquisiciones (más de treinta millones de euros se gastó el conjunto sevillano), intentan evadir en la actualidad la última posición de descenso sin adjudicar, situación imprevista a principios de temporada. Pero invertir tampoco quiere decir fracasar, si bien están los casos de Villarreal y Sevilla, asentados entre los grandes del fútbol europeo.

Resumiendo, cualquiera de las dos opciones son arriesgadas pero la segunda supondría, a priori, un cambio de dinámica y la consiguiente lucha por objetivos codiciosos. Ya es hora de disponer de jugadores en propiedad, para que no se vea desmantelado el equipo cada curso, y no de cedidos. Aunque estos últimos hayan dado un rendimiento extraordinario y su compromiso con el club ha sido sobresaliente, en mi opinión hemos estado fogueando futbolistas que difícilmente puedan seguir en el plantel malaguista la próxima campaña, véase el caso de Adrián, y hemos ayudado y allanado en parte el porvenir de sus respectivos conjuntos, que se reencontrarán con estos jugadores pero con mayor experiencia. En definitiva, antes hay que darle una oportunidad a los canteranos (Edu Ramos, Pedrito, Portillo, Alcalá…) puesto que son el futuro del Málaga.

2 comentarios:

  1. Hay que buscar el equlibrio entre apostar por la cantera y traer jugadores a golpe de talonario, eso sí, no a golpe de caja de ahorros entera y dando palos de ciego sino estudiando el mercado exhaustivamente para pagar una cifra razonable por un jugador prometedor y que luego no sea un petardo como Drenthe. Fichar como el Sevilla, no por vídeos y con convicción, y subir algunos pavones de la cantera es lo que hay que hacer.

    Ojo, es inevitable que algunos de los citados "pavones" se conviertan en "zidanes" y echen a volar. Es así, a veces un club de fútbol TIENE que ser rentable.

    Saludos

    PD: ¿Para cuándo me dejarás escribir una entrada en plan colaboración? jajajajja

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  2. La canteraaaaaaa la canteraaaaa, menos extranjeros y menos figuritassss, en la cantera hay calidad!

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