FC Barcelona: el "ser" perfecto

¿Existe la perfección? A más de uno le habrá rondado sobre su cabeza esta cuestión, llegando a la conclusión de que es difícilmente explicable y seguramente imposible de demostrar.

En el siglo XVI, René Descartes atribuyó el vocablo perfección a Dios al tratar de explicar su existencia en su obra principal “Discurso del Método”. Sostenía que la duda nos privaba de ser perfecto, puesto que el poseer una idea de perfección en nuestra mente tiene que proceder de que haya alguien más perfecto y que ese alguien tiene que ser Dios. Teoría muy respetable aunque su demostración se antoja insoluble.

Cuatro siglos más tarde, hemos podido comprobar que realmente existe el ser perfecto (o, por lo menos, el que más se asemeja), aportando argumentos basados en hechos de rango verídico. Y ese “ser” tiene nombre: F.C. Barcelona.

La temporada 2008-2009 será recordada eternamente por los aficionados al conjunto culé y también por los amantes del fútbol. La razón más elocuente es el hecho de haber conseguido todos los títulos a los que aspiraba, cosechando un histórico triplete al alcance de muy pocos. Hasta hace escasos días, solamente cuatro equipos (Celtic Glasgow, Ajax Amsterdam, PSV Eindhoven y Manchester United) habían logrado la consecución de la Liga y la Copa de sus respectivos países y la Liga de Campeones en una misma campaña. El 27 de mayo de 2009, el Barcelona puso el colofón a su excelente curso sumándose a esa lista.

Pero la obtención del triplete no ha sido el principal motivo para que permanezca en nuestra memoria. Sin atisbo de dudas, la verdadera razón por la que será rememorado este Barcelona es por su juego desplegado, capaz de maravillar hasta al más acérrimo enemigo. Aunque no todo fue un camino de rosas.

Tras dos años de sequía de títulos, se apostó por una limpieza total. Se prescindió de los servicios de jugadores como Ronaldinho, Deco o Edmilson, presumibles culpables del mal ambiente que se respiraba en el vestuario azulgrana, e incorporaron jugadores no mediáticos para fortalecer una plantilla descompensada.

También se decidió destituir al entrenador, Frank Rijkaard, que había devuelto al club a lo más alto, conquistando la segunda Liga de Campeones. Como relevo, se apostó por un hombre de la casa, Pep Guardiola, cuya única experiencia en los banquillos databa de una temporada en el filial. Fue una decisión arriesgada y muy discutida sobre el entorno culé, sobre todo al principio del curso, pero ha conseguido manejar un vestuario decaído, transmitiendo confianza y compromiso, y dotar al equipo de un estilo soberbio de juego, en el que predominaba lo colectivo antes que las individualidades.

Dos partidos tardó en engrasar la maquinaria barcelonista. Los pinchazos ante Numancia y Racing presagiaban otro año en blanco, pero la goleada ante el Sporting en la tercera jornada catapultó a un Barcelona que no soltaría el pie del acelerador hasta el final, convirtiéndose en un conjunto completo caracterizado por una seguridad y solidez defensiva, un imponente centro del campo y una abrumadora capacidad ofensiva.

Para concluir, he de destacar cuatro jugadores claves en el éxito culé aunque, como he mencionado anteriormente, haya primado lo colectivo:
-Piqué: aunque tuvo un comienzo dubitativo, se asentó en el centro de la zaga, demostrando un desparpajo impropio de un debutante. Ha conseguido reunir cualidades de dos de los mejores defensas que hay actualmente, Ferdinand y Puyol. Del inglés, ha adoptado su colocación y su firmeza, y del capitán azulgrana, su anticipación.
-Xavi: escasean adjetivos para elogiarle. Es, sin duda, el único jugador imprescindible en el once titular. Transmite serenidad, paciencia, y su inteligencia le permite manejar a su antojo cada partido y está capacitado para asistir a sus compañeros con pases inverosímiles.
-Iniesta: junto con Xavi, forman la columna vertebral del Barcelona. El manchego ha realizado su mejor temporada deportiva y se ha erigido como uno de los pilares fundamentales de este equipo. Su técnica, velocidad y desborde le convierten en un jugador completo, aunque la tendencia a sufrir lesiones es su talón de Aquiles.
-Messi: el argentino parece no tener un tope. Es el jugador más desequilibrante que hay en el panorama futbolístico. Es capaz de resolver cualquier partido y esta campaña ha destapado su olfato goleador, anotando 23 goles en el campeonato liguero y siendo el máximo goleador de la Liga de Campeones.