La derrota en El Molinón provoca que se diluya el sueño de participar la próxima temporada en competición europea. Aunque todavía siguen habiendo posibilidades de entrar en esas posiciones, son muy remotas y más si nos atenemos al juego desplegado últimamente por los pupilos de Antonio Tapia. A pesar de todo, la temporada ha sido inimaginable y quedar entre los ocho primeros puestos a final de temporada es motivo de orgullo para los malaguistas, sobre todo si nos ceñimos a la confección de la plantilla con tan bajo presupuesto y los malos augurios que sobrevolaban el entorno blanquiazul antes de dar comienzo este curso. Temporada de ensueño que puede convertirse en la mejor bajo la actual denominación, ya que tan sólo necesita tres puntos para superar el registro establecido a las órdenes de Joaquín Peiró hace ocho años. Además, también puede mejorar el octavo puesto (misma posición que ocupa actualmente) logrado en aquella época.
En referencia al encuentro, victoria justa del Sporting que rompe una racha negativa de ocho partidos sin llevarse los tres puntos que les permite salir de los puestos de descenso y depender de ellos mismos para certificar un año más la continuidad en la máxima categoría del fútbol español. Los goles de Gerard, a la salida de un córner, y de Hélder Rosario, en propia puerta, hicieron insuficiente el tanto logrado por el central Weligton, al cabecear una excelente falta botada por el portugués Duda. Por su parte, el Málaga sigue sin ofrecer el fútbol que deslumbró a los aficionados a este deporte practicado durante la mayor parte de la temporada. Más le vale a Antonio Tapia dar un toque de atención a sus jugadores para poder acabar con buena imagen en estos últimos partidos, empobrecida desde que se obtuvo la permanencia ante el Getafe hace más de dos meses, y concederle una oportunidad a los menos habituales: Fernando, José Juan Luque, Adriano…
La próxima jornada el Málaga recibirá en La Rosaleda al Betis, que se encuentra inmerso por evadir los puestos de descenso y que una victoria le otorgaría la salvación matemática. Ya sin nada en juego, el conjunto blanquiazul buscará brindarle triunfo a su afición en lo que será la última aparición en su propio feudo en este curso.
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